• Home
  • Equipo Diversalud
  • Aviso Legal
  • ¿Qué ofrecemos?
    • Coaching (próximamente)
    • Publicaciones (próximamente)
    • Cursos (próximamente)
  • Contacto
DIVERSALUD
BLOG ESPECIALIZADO EN EDUCACIÓN PARA LA SALUD DE PEQUES Y GRANDES
Nuestro lema es: ¡Aprende y diviértete!
  • Vídeos Diversalud
    • Videos de educación para la salud
    • Mis vídeos preferidos
      • Música
      • Cine
      • Conferencias
  • Diversaludeando
  • Vida antienfermedad
    • Nutrición antienfermedad
      • Alimentos anticancerígenos: Superalimentos
      • Nutrición
    • Hábitos y salud
      • Hábitos saludables
      • Relajación y meditación
      • Ejercicio
    • Terapias complementarias
    • Emociones y salud
    • Suplementos
      • Fitoterapia
      • Otros suplementos
    • Espiritualidad y desarrollo personal
    • Cosmética
    • Libros y ocio
      • Libros
      • Ocio
    • Artículos varios
  • Recetas antienfermedad
    • Entrantes
    • Ensaladas
    • Sopas
    • Primeros platos
      • Verduras
      • Legumbres
      • Cereales
    • Segundos platos
      • Carne
      • Pescado
      • Huevos
    • Postres
    • Bebidas
      • Batidos
      • Smoothies
      • Zumos
  • Psicoartículos
  • Espíritu viajero
  • Cuando nadie me ve…
Cuando nadie me ve…

Cuando nadie me ve…

Cuando nadie me ve y en la soledad de mis pensamientos, disertaciones, investigaciones, experiencias, conclusiones…llevo escrita mi historia, una historia sobre una enfermedad tan común y frecuente como la que me afecta de lleno: la obesidad mórbida.

¡Joder qué buque!

» Lo que la humildad no puede exigir de mí es mi sumisión a la arrogancia y a la rudeza de quien me falta al respeto. Lo que la humildad exige de mí cuando no puede reaccionar como debería a la afrenta, es enfrentarla con dignidad.»

                                                                                                                                                                    Paulo Freire

Hace unas semanas en la playa, mientras dábamos un paseo, mi hijo me preguntó algo que me dejó bastante impactada me dijo mamá….¿por qué mucha gente se te queda mirando, haciendo muecas, riéndose y diciendo cosas sobre ti que podemos oír? de hecho el título de este artículo es uno de tantos improperios recibidos. Pues bien, al principio me quedé muda, no supe qué contestarle…. sólo silencio. Lo que supe es que de pronto me inundó una gran y profunda tristeza y, sin quererlo, los ojos se llenaron de lágrimas que querían salir a lo loco mientras yo disimulaba para que mi hijo no viera mi reacción inmediata que a duras penas podía controlar. No era suficiente con que yo lo sufriera, también mis hijos…

Miraba para otro lado, movía mi cabeza hacia un lado y otro luchando con la lágrima del ojo correspondiente para que se volviera a meter, movía mis narices, mi boca y tímidamente me llevaba un dedo a la glándula lacrimal de un ojo para indicarle: ¡PARA LEÑE! (no tenía pañuelo pero aunque lo tuviera, hubiera hecho lo mismo, porque si lo agarro no paro de llorar y, ¡quería disimulaaaar!). En fin, no sabría decirte a qué o a quién me parecía en ese momento con tanta mueca.

lloroncete

Es que no se me ocurre razón alguna por la que muchísima gente hace eso. Si, vale que yo impacto a la vista pero….¿no podrían controlar más sus reacciones? Mejor dicho, si se me ocurren un par de razones, creo que todo ésto pudiera ser debido a:

a) Educación, creo que a nadie con una mínima educación se le ocurriría reírse de las consecuencias de una enfermedad, del aspecto físico de otra persona, etc. Lo que quiero decir es que te puedes sentir atraído por mirar algo que impacta la vista y puedes mirar, por supuesto que sí…. sin herir, siempre desde el respeto que todos merecemos y sin que se note en absoluto, desde la discrección total sin hacer aspavientos ni muecas ni nada parecido.

b) Baja autoestima, de cada persona que lo hace;  se fijan en una persona diana de su juicio, bien por ser fea o extremadamente delgada o extremadamente gorda, … y se consuelan pensando: «yo estoy o soy mejor que esa» mecanismo de proyección puro y duro. La proyección en psicología es « el proceso de atribuir a otras personas (o cosas) lo que pertenece a uno mismo, pueden ser sentimientos, valores, necesidades,…»  es la regla del espejo es lo que los demás nos están reflejando. Tanto si es positivo o negativo lo tenemos en nuestro interior. Si por ejemplo admiramos a otra persona por su dulzura, bondad y simpatía ¡alégrate! esa persona está reflejando unas maravillosas cualidades que tu posees. Si por el contrario, esa persona te rechina y te resulta incómoda o despreciable por tener cualidades que no te gustan nada puede ser por dos motivos, bien porque refleje cosas de tí que no te gustan y que te has criticado a ti mismo miles de veces o bien por ser justo el polo contrario. Por ejemplo, no te gusta nada de una amiga lo muy desordenada que es: puede que sea porque tu también en algún área de tu vida lo seas o bien porque tu eres súper metódica y quizá sea hora de que eso vaya cambiando porque de algún modo tanto orden o estricto perfeccionismo no te hace sentir bien.

Por tanto es una extraordinaria manera de aprender sobre nosotros mismos y de fomentar nuestro crecimiento personal constructivamente: observa a la gente que te rodea: familiares, amigos, compañeros de trabajo, compañeros de gimnasio, etc y aquél al que no aguantes o no te caiga bien ese, será tu maestro en ese momento. Cuando comienzas a trabajar contigo de esta manera, cada cosa que resuelvas hará que esa persona deje de ser un «pellizquito» en tu vida.

Nadie dice que sea fácil aunque tampoco es tan difícil. Voy lenta pero segura hacia adelante aunque a veces con tantos espinos en el camino piense que no avanzo e incluso que doy pasos hacia atrás, que retrocedo, hasta que un maravilloso día miro atrás y veo el camino recorrido y lo que he aprendido. Por eso le doy la vuelta a la tortilla y prefiero verlo desde este punto de vista motivador que aprendí cuando realicé el curso de Coaching: «el fracaso no existe, sólo existe el aprendizaje» y ya todo se transforma de tal manera que si haces de ello una máxima en tu vida, ésta se convierte en un precioso reto de crecimiento personal y espiritual.

No me siento una víctima, eso es algo que quiero que vaya por delante. En absoluto me siento una víctima ahora, en un pasado lejano si me sentía víctima sin ser consciente de ello. En el momento que tomé conciencia, inmediatamente dejé de sentirme de tal manera. Estaba ¡tan harta de sentirme así! que cuando me dí cuenta de que estaba utilizando ese papel para mi propio beneficio emocional, de inmediato me enfadé conmigo misma, me dije un ¡ya te vale tía! y comencé a trabajar en ello, comencé a analizar en profundidad algo que hasta entonces me había pasado desapercibido.

Descubrí que iba buscando siempre el que la gente me compadeciera, estoy siendo muy sincera, creo que nunca, en este sentido he sido tanto. ¿Para qué buscaba la compasión de los demás? te preguntarás. Pues no se para otras personas obesas, para mi estaba muy claro: mecanismo de escudo, autodefensa pura y dura. Si iba contando penas sobre la desgracia de ser gorda, por lo menos los que lo escucharan en ese momento no iban a pensar nada «malo» sobre mi, al contrario, me aseguraba que esas personas iban a ser indulgentes conmigo y me iban a procesar toda una serie de palabras consoladoras. Triste, pero tan real como la vida misma.

¿Quieres saber algo más sobre otro mecanismo de defensa que utilicé también durante mucho tiempo? ¿en serio? ¡vale! pues ahí va: Reirme de mí misma. Sí, te lo repito de nuevo, reirme de mí misma de mal rollo y te lo explico muy rápido ¡jeje!: ¡pero tú no cuentes ná que ya lo cuento yo! frase muy popular de mi querida » vieja del visillo «.

Por ejemplo si alguna vez iba con un grupo de gente y entre ellos había personas que no conocía o conocía poco me sentía muy expuesta y entonces en la primera ocasión que venía a cuento me reía de mi misma con alguna cruel cutrefrase o me profería algún insulto, me reía o sonreía y acto seguido ya tenía a la gente impactada ( con sonrisilla tensa, apuro o sorpresa) con mi expresión de mal gusto hacia mí misma. ¿Qué conseguía con eso? pues de nuevo buscar el consuelo de la gente o el «qué exagerada eres» o «¡noooo mujeeeeer!». Era como decirles: «vosotros que me acabáis de conocer pensáis o pensaréis: – ¡uy ésta!¡¡qué gorda es! y cosas así, pues mirad, yo se cómo estoy, ya me digo yo algo y así os doy pena y paro vuestros juicios sobre mi -. ¡Vamos! ¡como si yo pudiera controlar los pensamientos de la gente! ¡qué tontería! Triste también, lo se. Eso ya se acabó.

buda gordete

Te lo cuento todo no para tener ni tu compasión ni tu consuelo, ya no los necesito. Lo que quiero es mostrarte una realidad, la mía y seguro que la de muchas personas con el mismo problema. Y te lo cuento para que de una vez comencemos a analizar nuestros juicios sobre este tema y estas personas y poco a poco seamos más amables con nosotros mismos y con los demás. Tengo claro que con nuestro granito de arena, iremos creando bases sólidas y estables para construir una sociedad más amable, sin juicios, no sólo con los gordos sino también con cualquier persona que no sea considerada «normal» por la sociedad y aún más allá, entendiendo la libertad a la que tenemos derecho cada uno sin críticas de ningún tipo.

Se me ocurre una forma «fácil»: empezar con los niños. Y pongo fácil entre comillas porque, claro, no sólo vale con decirlo sino también hay que dar ejemplo en nuestro día a día delante de ellos.  Son los adultos del mañana.

Los niños son extraordinariamente maravillosos. Conmueve mi alma su preciosa inocencia. Mi experiencia con niños pequeños es alucinante ¿Sabes una cosa? quizá te resulte raro o chocante leerlo, jamás me he sentido más contenta y deseosa de responder una pregunta «comprometida y non grata» concreta que cuando un peque me la hace: ¿por qué tienes el culo tan grande? o ¿por qué estás tan gorda? después de haber sufrido mucho con el tema de los juicios adultos ajenos yo misma me sorprendía de que ésto no me molestara en absoluto, muy al contrario, me gustaba porque me daba la oportunidad de que los niños viesen mi obesidad como algo «normal», quiero decir, como algo de lo que no hay que reírse ni aprovecharlo como insulto.

culogordo

Algo que me deja atónita después de mis respuestas son sus reacciones, nada de juicios, solamente una preciosa sonrisa y como si nada siguen a lo suyo, aceptación incondicional de cómo es cada cual. Eso es algo que admiro, me maravilla y me emociona. Los niños son amor puro ¡están tan cerca de la Divinidad, tan cerca del cielo!…son lindos angelitos.

Quizá las personas que me insultan de esa manera no son tan crueles conmigo como lo soy yo conmigo misma. Y hace bien poquito saqué una conclusión creo que muy importante: Hasta que no me acepte y me ame incondicionalmente pesando ciento y piquísimos kilos, no tendré la libertad que tanto ansío ¿Te acuerdas? la libertad después de abrirse la cremallera.

 

 

  • agosto 24, 2015
  • 0
  • 1595
  • Cuando nadie me ve...
  • Leer más »

Sigo…un poquito más con mis cosillas: la cremallera

Bueno, ya te he contado aquí lo que es ser obesa súper-mórbida según la ciencia. Te cuento ahora sólo un poquito lo que es ser obesa súper-mórbida día a día (como Rambo ¡día a día! ¡jjjj!).

Pues como te puedes imaginar no es una respuesta cómoda. Llego con dificultad a cortarme las uñas de los pies notando las pulsaciones cuán látigos golpeando en mis oídos, me fatigo enormemente al subir unos peldaños y siento cada vez que subo uno, que me pesa ¡tanto! pero ¡tanto tanto el cuerpo! que muchas veces me dan ganas de rendirme y no volver a hacer nada ya, porque nada me funcionó y todo lo que hago es inútil. Afortunadamente de esos momentos tengo pocos y cada vez menos pero cuando atizan en mi ánimo, lo hacen de verdad, a lo grande. Imagínate, es como si tu ahora te colgaras de cada pierna unas cuantas garrafas de 5 litros de agua.

Realmente la mayor dificultad que tengo es a la hora de andar y sentir ese enorme peso, luego existe toda una serie de situaciones en las que no quepo ni de risa en los sitios: ni en las sillas de las terrazas de los bares, ni en el autobús, autocares, metro, tren, avión,…¡¡buff!! lo paso realmente mal, tanto que muchas veces voy de pie como en metro o en bus o ni me planteo subir. Mi obesidad está más concentrada a partir de mis caderas y eso hace que me adapte mal a muchísimos asientos. Algún día escribiré un libro…

sitio bus

Gran cantidad de veces en estos veintitantos años me he quedado alucinada mirando a muchas chicas y mujeres que me parecían preciosas, con un cuerpo graciosico (no perfecto), un pelo al viento maravilloso, sedoso, abundante y larguísimo hasta tal punto que me daba hasta vergüenza por lo que pudieran pensar de tanto mirarlas (mejor dicho admirarlas). Lo normal sería que me quedara mirando a chicos ¿no? pues no, no eran de mi interés. Me interesaba siempre muchísimo más atender cómo iba vestida alguna muchacha, para cuando adelgazara imitar su estilo o incluso me divertía ir apuntando este pantalón de esta clase y este color o ese top con esa chaqueta,…Conservo varios cuadernos de recortes de modelos de revistas de moda por catálogo, modelos con mis ropas favoritas, esas que todavía después de tantos años no he podido lograr comprarme ni ponerme.

largo camino

Cuando ésto ocurría (solía ser siempre cuando salíamos de fin de semana o de vacaciones de verano) después, en la soledad de mis pensamientos y sentimientos, dejaba volar mi imaginación (que abundante ha sido siempre para todo) e imaginaba que de repente estaba flotando en una maravillosa y suave brisa templada, con una música angelical de fondo (la que en cada momento ha conectado más conmigo); flotaba con mi cuerpo rollizo, ingrávido y desnudo completamente, vaya, como Dios me trajo al mundo. Y después de estar así unos minutos bailando al son de esa brisa y esa melodía, imaginaba que una cremallera nacía en mi cuello, se dividía en mi cintura y terminaba en cada uno de mis tobillos. Una cremallera que me recorría de arriba hacia abajo.

cremallera

Luego imaginaba que agarraba con decisión esa cremallera y poco a poco iba bajándola así muy despacito, deteniéndome y recreándome incluso en cada diente, a sabiendas que, en un ratito más iba a ocurrir algo asombroso y estupendo. Y así, os aseguro que me tiraba mucho tiempo (¡era como una auténtica meditación guiada! ¡me sentía muy feliz en mi mundo de fantasía!), siempre he sido muy soñadora.

La cremallera ya dividida iba bajando primero por una pierna (quería que se alargara el momento) y luego, así, deslizándose suavemente por la otra. Bien, llegó el momento más esperado: lo que ocurría cuando esas cremalleras estaban abiertas al completo es que ¡mis grasas no eran más que un grueso abrigo!, un traje molesto que me ahogaba, me enjaulaba y me pesaba mucho, un traje que muy al contrario de lo que puedas pensar nunca odié pero sí que me inspiraba mucha pena, sí, pena por la costumbre de tenerle como compañero infatigable. Y así envuelta en la suave brisa seguía flotando y flotando y delicadamente, poco a poco iba saliendo de ese abrigo, de ese disfraz, que dentro escondía mi verdadera yo física.

identity-510866_640

Te podrás imaginar quien salía, salía un cuerpo ligero, maravillosamente ligero sin peso de ningún tipo, sin dolor de ningún tipo por sobrecarga. Especialmente no era un cuerpo de súper modelo, no era un cuerpo perfecto, era un cuerpo estilizado y proporcionado sin ninguno de los signos incómodos de la obesidad (sin dolorosa piel de naranja, sin dolorosas varicillas, sin dolor de rodillas…) ¡eso sí! un cuerpo que aparecía en bikini de color blanco ¡jeje!, igual que un bikini precioso que vi una vez puesto en mi modelo favorita desde que comenzó y la conocí: Claudia Schiffer.  La alegría que yo en esos momentos sentía era enorme, era ilusoria, pero a mi me bastaba.

claude schiff

Pues con mi bikini blanco enfundado y mi pesado trajecito desenfundado (que veía alejarse flotando) seguía flotando hasta que aterrizaba frente a un gran espejo y miraba y admiraba una y otra vez el cuerpo que acababa de conseguir. Cuando yo despertaba de este sueño, me sentía fenomenal y muy tranquila y animada para volver a hacer dieta (¡¡aaaagggg!!). Pienso muchas veces que tengo mucho tesón, porque nunca he desfallecido siempre a dieta para conseguir el objetivo de mi sueño. Poblema: detrás de cada dieta con tesón, venía la desdieta y siempre llegaba, antes o después.

Me dan unas ganas enormes de crear un club que se llamaría:

«El club de los 5 Nuncas de Steve Jobs»

Nunca darse por vencido.
Nunca aparentar.
Nunca mantenerse inmóvil.
Nunca aferrarse al pasado.
Nunca dejar de soñar.

¿Te apuntarías? ¡Yo sí! qué sabiduría la de este hombre, todo un ejemplo de superación personal. Ésto ¡anima a cualquiera!

He hecho siempre las mismas cosas y los resultados han sido siempre los mismos: ser un yoyó. Ahora estoy haciendo cosas distintas y por eso creo que esta vez obtendré resultados distintos es decir, llegar a un peso de no riesgo sin pasar ni una pizca de ganas de comer. ¡Ojalá que así sea! y una de las tantas cosas que estoy haciendo distintas es compartirlas contigo en mi blog. Esta vez todo es diferente y sobre todo…¡más feliz!.

Vicky

  • junio 8, 2015
  • 0
  • 2043
  • Cuando nadie me ve...
  • Leer más »

¡Bienvenidos a mi rinconcito!

Bienvenidos a mi pequeño rinconcito, un pequeño espacio para compartir contigo mis reflexiones, sentimientos y experiencias con mi enfermedad, la obesidad y con otras cosillas de la vida misma. La obesidad (con etiqueta: súper-mórbida) que padezco desde hace mucho ya…. ¡desde hace tanto!, que ni me acuerdo.

tetera japonesa

Ponte cómodo, llénate una taza de rico té calentito o quizás prefieras algo refrescante, descálzate, pon los pies en alto, haz una pausa en tu quehacer diario ¡te la mereces!, pon tu música favorita y si te apetece….sigue leyendo. Este será nuestro espacio privado y tranquilo, nuestro espacio para un pequeño momento de relax haciendo un paréntesis en la ruidosa actividad diaria o bien en ese momento de la noche cuando todo está en silencio…

chica tomando té

Antes fue lucha encarnizada contra ¡mis enemigos los kilos! ahora ya no, ahora he entendido muchas cosas y creo ya estar en el camino correcto. Es difícil para mí afirmar ésto e incluso arriesgado, he fracasado tantas veces ¡tantísimas!…que la confianza en mí ha llegado a estar te lo confieso, a la altura del betún ¡peor aún! del infrabetún aunque miro hacia el futuro con esperanza y tomo esas experiencias unidas en masa no como fracasos ya, sino como múltiples aprendizajes.

Comenzamos, pues desde el principio, quizá mi historia tan común y frecuente, pueda ser tu historia, quizá tu te veas reflejado en mí al igual que yo me he visto reflejada en otros con sus enriquecedoras experiencias. Intentaré no dejarme nada e ir poco a poco contándote hasta donde llega mi memoria. Pero prometo hacerlo sólo aquí en la intimidad de mi rinconcito Cuando nadie me ve… puedo ser o no ser como dice la canción, pues bien yo elijo SER…y estar aquí para ti y para mi.

¿Cual es el principio? pues es el principio de mi vida. Yo era una bebé monísima, regordeta y simpaticona luego crecí siempre con unos kilillos de más encima y era feliz, inocente e ignorante de lo que luego me esperaba y ha sido un sufrimiento prolongado. Algo que recuerdo y que no me molaba mucho es a mi madre decirme ¡nena no comas más! o ¡nena tú no! cuando a mi hermano en el desayuno y en la merienda le hacía un rico vaso de leche con cola-cao calentito en invierno o fresquito en verano. Mi única opción era siempre la misma: leche sola templada ¡Dios mío! es que no he vuelto a probar ningún líquido templado ahora lo tomo o frío o caliente. Siempre anhelaba con mucha ansiedad comer o beber lo prohibido, lo que mi madre no me dejaba comer, eso no me favoreció mucho posteriormente. Sé que mi madre siempre lo hizo lo mejor que supo, pensaba en mi bien, lo sé, cuando se es madre siempre actuamos pensando en qué es lo mejor para nuestros hijos y algunas o muchas veces ¡metemos la pata hasta el fondo!

A los 10 años según el médico me sobraban 10 kilos éste me mandó al endocrino y ¡aquí comienza mi experiencia dietil! en un mes y medio adelgacé ese peso y ya me mantuve (con ayuda de los estirones que se van dando a esa edad) hasta quedarme embarazada de mi primera hija con 18 años.

A partir de aquí mi peso ha sido un verdadero yoyó. Ya sabes, lo típico, adelgazas veinte kilos y coges 30, posteriormente los adelgazas y coges 50 y ¡así siempre! un auténtico círculo vicioso. Dieta tras dieta médico tras médico, he hecho todas las posibles y conocidas. ¡Una verdadera locura! Me arrepiento del modo en el que he tratado a mi cuerpo con tanto estéril sacrificio y es que siempre me quise más bien poquito y mi autoestima estuvo por los suelos y ¡más allá! (¡uy! me siento Buzz Lightyear). Y me arrepiento de haberme sentido tan mal, tan culpable y tan avergonzada cuando más de uno de esos médicos han exclamado «¿no te da vergúenza perder tan poco peso este mes?» o «¿no te da vergúenza estar así?» o «¡estás muy gorda tienes que adelgazar!» o «si pierdes así de poco te doy el alta al mes que viene» o «mi mujer tiene un cuerpazo y mucha voluntad,¡no como todas vosotras!«. Aparte estaban las miradas, esas miradas punzantes dirigidas a mis cuantiosos michelines. Pensaba que la gula me devoraba y sentía asco de mis michelines y de mis eternas e incesantes ganas de comer todo el tiempo, ¡era un pozo sin fondo! También he de decir que afortunadamente no todos los médicos que me atendieron eran tan bordes fue siempre una minoría…¡menos mal!

He prometido a mi hija Alba no contar las cosas para dar penita y decir ¡pobrecita de mí mirad qué mal lo he pasado! no me entretendré ni un minuto más en aquellos juicios, pero lo que si es cierto es que lo he pasado mal. Acaso, por un segundo ¿ha pensado alguien que al obeso le gusta estar así? ¿alguien puede pensar que es agradable que tu cuerpo cargue con tantos kilos de grasa en invierno y en el ardiente verano, día tras día, hora tras hora?¿alguien piensa que nos mola tener dificultades para encontrar ropa de nuestro gusto? la repuesta es un NO rotundo. En los 90 era muuuy difícil encontrar ropa para personas obesas sobre todo mujeres y jovencitas, Eso afortunadamente fue cambiando, ahora es más sencillo pero todavía queda la falta de diversidad de modelitos que si existe entre la población no obesa. Aún así me doy con un canto en los dientes.

Dicen que las personas obesas lo somos porque somos muy «porosas» emocionalmente vaya, muy sensibles a todo y todos los que nos rodean, no lo sé muy bien… o sí. Lo que ahora entiendo es que la obesidad es una enfermedad, al igual que muchas, multifactorial o sea, depende de varios factores, de unos más que de otros y luego muchos de esos factores actúan de manera diferente dependiendo de cada persona pero he de decir que según mi experiencia cuando llegas a la categoría de obesa súper-mórbida, muchos de esos factores suelen ser comunes a todos. Ya iré desgranando todo ésto poco a poco.

En este primer artículo de mi rinconcito Cuando nadie me ve… quiero explicar lo que es ser obesa súper-mórbida en términos médicos o científicos, da igual.

En primer lugar para saber el grado de obesidad (o si no la tienes se usa la misma herramienta) hallamos el IMC o Índice de Masa Corporal. Esta herramienta ayuda a establecer categorías que pululan entre el bajo peso y las distintas obesidades. Hallar el IMC es muy sencillo: IMC = Peso / (Talla)2. El resultado se mide en metros por kilo al cuadrado osea que cuando pongas tus medidas: tu talla y tu peso no será en gramos ni en centímetros.   

weights-92569_640

¿Cómo clasificamos la información que obtenemos de esta fórmula? desde que hice la carrera han cambiado los valores, ahora están así 1 (según la clasificación hecha por la OMS o WHO según sus siglas en ingles (World Health Organization)).

  • Una persona con un IMC entre 16 – 18,49 está en el rango del bajo peso, dentro de éste se clasifica la delgadez en severa (<16) moderada (16-16,99) y leve (17-18.49).
  • Una persona que se encuentra en el intervalo 18,5 – 24,9 se considera que está en el rango saludable o peso de no riesgo vaya, en un peso saludable.
  • Una persona con un IMC de 25 – 29.9 se considera que tiene sobrepeso. 
  • Una persona que se encuentra dentro del intervalo entre 30 – 40 es ya una persona con obesidad. Aquí se para las clasificaciones y distingue entre obesidad grado I (30-34,99), obesidad grado II (35-39,99) y obesidad grado III (mayor de 40).
  • Otras clasificaciones afinan y detallan más todavía en ese mayor de 40 y establecen que si te encuentras en el intervalo en el que tu IMC es de 40 – 49,9  estás  en el grado de obesidad mórbida.
  • Y si tienes un IMC mayor de 50 estarás dentro del grado de obesidad súper-mórbida.

báscula de baño

 

Bueno pues yo estoy en esta última categoría o grado ( y eso que en los últimos 6 meses he adelgazado 16 kilos), en este momento tengo un IMC de 55,51 en Noviembre mi IMC era de 61.16 y mis ánimos están renovados, huyo de grandísimas pérdidas de peso pero lo que sí deseo es que la tendencia sea seguir bajando hasta alcanzar un peso de no riesgo para mi salud.

Estoy comprometida con ello, con mi adelgazamiento. Creo que será la definitiva y ahora lo comparto contigo, mi maravilloso confidente… y, lo seguiré compartiendo por supuesto.

 

Vicky

 

 

 

 1.- http://apps.who.int/bmi/index.jsp?introPage=intro_3.html
  • mayo 22, 2015
  • 0
  • 1457
  • Cuando nadie me ve...
  • Leer más »

¿Quién escribe aquí?

Bienvenido a Diversalud.es

Suscríbete

¿Quieres recibir nuestras novedades por mail? ¡Suscríbete!

Diversalud en Facebook

Diversalud

Twitter @Diversalud

Tweets por el @Diversalud.

Mis páginas favoritas

Más que dietas

Louise Hay

AGARTAM

Paloma Cabadas

Oye Deb

Fresia Castro

Bruce Lipton

Enric Corbera Institute

Gregg Braden

Blog de Victor Martín

Temas TOP Diversalud

Vídeos Diversalud

Vida antienfermedad

Recetas antienfermedad

Psicoartículos

Cuando nadie me ve...

¿Buscas algo en concreto?

Lo más visto

  • ¿Qué ocurre cuando te haces una herida?

    42979 visitas
  • LIBRO RECOMENDADO: "REINVENTARSE, TU SEGUNDA OPORTUNIDAD" DEL Dr. MARIO ALONSO PUIG

    30449 visitas
  • ¿Qué ocurre cuando tienes fiebre? parte I

    13263 visitas
  • JABÓN LÍQUIDO CASERO PARA LAVADORA

    12890 visitas
  • Cous cous de espelta integral con verduritas multicolor

    9936 visitas

Búsqueda por palabras TOP

112 aceite de oliva virgen extra alcalino alimentos ecológicos antiangiogénico antibacteriano anticancerígeno anticoagulante antiinflamatorio antioxidante antitumoral antivírico AOVE aprender aprendizaje cacao calcio cebolla cáncer educación salud emergencias first aid fitoquímicos fructosa frutos secos grasas HDL herbicidas LDL minerales médico nutrición obesidad polifenoles prevención primeros auxilios quimioterapia sal Himalaya sal marina no refinada salud tóxicos urgencias vitamina C vitaminas yodo

Diversalud.es © 2021. Todos los derechos reservados.
Desarrollo web | Pixelarus

Diversalud.es utiliza cookies propias y de terceros, para mejorar nuestros servicios y adaptar el contenido a tus necesidades. Acepto Más info
Política de privacidad y cookies
Necesarias Siempre activado